Los mecanismos de seguimiento y evaluación permiten identificar áreas de mejora en el protocolo y las medidas implementadas, lo que facilita la adaptación y actualización de las políticas y procedimientos para prevenir y abordar el acoso sexual y la discriminación.
Establecer mecanismos de seguimiento y evaluación contribuye a garantizar la responsabilidad de la empresa en el cumplimiento de sus obligaciones legales y éticas en relación con la prevención del acoso sexual y la discriminación por razón de sexo.
El seguimiento y la evaluación de las medidas implementadas en el protocolo permiten verificar su eficacia y eficiencia, garantizando que se utilicen los recursos de manera adecuada y se logren los objetivos deseados.
La implementación de mecanismos de seguimiento y evaluación demuestra a los empleados que la empresa se toma en serio la prevención del acoso sexual y la discriminación por razón de sexo, lo que puede generar confianza y compromiso por parte de la plantilla.
Nuestros consejos:
Identificar indicadores claros y medibles de éxito en la prevención y abordaje del acoso sexual y la discriminación por razón de sexo, como la disminución en la cantidad de denuncias, el aumento en la satisfacción laboral o la mejora en el clima laboral.
Definir plazos y responsables para la realización del seguimiento y la evaluación de las medidas implementadas en el protocolo, asegurando que se realicen de manera periódica y sistemática.
Emplear metodologías de evaluación que permitan recopilar información relevante sobre la eficacia de las medidas implementadas en el protocolo, como encuestas de satisfacción laboral, entrevistas a empleados y directivos o análisis de datos estadísticos.
Establecer mecanismos de retroalimentación que permitan a los empleados y otros actores interesados compartir sus opiniones y experiencias en relación con la implementación del protocolo y las medidas adoptadas para prevenir y abordar el acoso sexual y la discriminación.
Utilizar los resultados del seguimiento y la evaluación para adaptar y actualizar el protocolo y las medidas implementadas, garantizando que se ajusten a las necesidades y realidades de la empresa y sus empleados.
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